sábado, 29 de enero de 2011

Capítulo 3

Salimos del instituto para dirigirnos hasta una cafetería cercana. Dentro del instituto había comedor pero solía estar lleno de niños pequeños.
Cuando entramos ya estaban esperando Juan y Mario. Ellos no iban a nuestro instituto, iban al de al lado (Si, los dos colegios estaban separados por escasos metros) y, como el bar les quedaba más cerca siempre cuidaban una mesa. Nada más entrar, Sam salió disparada hacia Juan, plantándole un eufórico beso.
-Te he echado mucho de menos- dijo Sam y le volvió a besar.
-Chicos, encantados de que os queráis tanto, pero no montéis este escándalo – dijo Belén, la más mayor de las seis amigas, mientras se acercaba para darle dos besos a Mario.
Belén era de principios de año, exactamente del dos de enero, por eso era la más mayor. Como buena capricornio era segura y tranquila. Trabajadora y responsable; Dispuesta a insistir lo necesario y mas para lograr su objetivo, eso en algunos casos la hacía ser demasiado competitiva. Era morena con el pelo al estilo “Bob”, tenía los ojos grises, que muchas veces la daban una mirada triste.

Mario, si, ese chico que Belén acaba de saludar, ese quien ella niega que le guste, aunque  todos (excepto el) sabemos que a ella le gusta. Mario es alto, con cara de niño, pelo castaño pero con mechas rubias; ojos color chocolate. Esta bastante fuerte, Belén no tiene mal gusto, para que negarlo…. Mario Y yo nos conocemos desde pequeños, somos como hermanos: el me cuenta todo y yo le cuento todo y, cuando digo todo, es todo. Nuestras madres se llevan bien, quizás sea por ello que nos llevamos tan bien.
-          Buenos días petardo – le saludé con un beso en la mejilla.
-          Buenas petarda – me devolvió el saludo
-          Ya hemos pedido, lo de siempre – consiguió decir Juan en un despiste de su novia.

Me había olvidado de la parejita. Llevaban juntos seis meses y siguen igual que el primer día, eso, a mi parecer, es el primer amor de ambos. Juan lleva el rubio pelo a lo skater. Tiene tez oscura y ojos claros. Le encanta hacer deporte, todos los que practica se le dan bien, bueno, excepto el atletismo, que se me da mejor a mi (y, ¡es que soy increíble en ese deporte! Jajajaja vaaaaaaaaale, ahora subo modesto). Nos sentamos en la mesa, al lado de la ventana. Estábamos charlando cuando vi pasar por la ventana al chico del bus, iba solo. Me dieron ganas de decirle que entrase, pero no hizo falta, justo entro en el bar. Se acerco a la barra y pidió un pincho de tortilla y una coca-cola.
                -Aquí tienes majo – dijo Rosaline, a camarera - ¡Juaaaaan, Amandaaaa! Ya tenéis lo vuestro.

Fueron a por la comida Erika y Sam, ya que estaban sentadas en el borde de la mesa. Erika era
Bajita, morena, ojos castaños…el prototipo español. Erika cogió los vasos, situados a la derecha del chico del bus. Tuvo la mala (buena) suerte de que cuando se giró para volver a la mesa, el chico también se giró, chocándose haciendo que una coca-cola se derramase, manchándoles a ambos.
                -¡Pero mira por dónde vas! – Gritó Roberto enfadado, que acababa de llegar. Roberto era de nuestra pandilla pero, solo en los recreos, es decir, no salía habitualmente con nosotros.
                -Lo siento muchísimo, en serio, lo siento, ha sido mi culpa, lo siento.- No paraba d decir el chico del bus. Estaba avergonzado y no paraba de mirar hacia las manchadas ropas.
                -Jajajajajajaja- reía Erika. ¡No te preocupes hombre! Un accidente lo tiene cualquiera, además ha sido culpa mía- decía Erika con su, siempre activa, sonrisa que dejaba ver una boca con brackets.

El chico, por fin levanto la visa, rojo de vergüenza.

                -Te pagaré otra camiseta, y las bebidas, lo siento…
                -Claaaaaaaaaaaro y ya de paso me compras un Ferrari, ¿Va? – Contesto ella haciendo esbozar, por primera vez, una tímida sonrisa al chico.
                -Bueno, Erika, piensas dejar de ligar y traernos las bebidas o... ya si eso para la próxima. Como veas, ¿Eh? – Dijo bordemente Roberto.
                -Tranquilo Rober, ahora voy y ligo contigo, no te me pongas celosón. –A decir verdad, estoy segura que a Roberto eso de que Erika fuese a ligar con él, no le importaría lo mas mínimo, pero ese es otro tema…-Lo siento, bueno, voy a llevar las cosas y…respecto a este desastre, hagamos un trato. Yo te invito un día a tomar algo y tu otro, total, es culpa de los dos además, los dos estamos manchados.

Tras esto, esbozó otra sonrisa y cogió las bebidas (Rosaline ya había repuesto la que se había derramado) para llevarlas a la mesa, antes de que el almuerzo se terminase y fuese hora de volver a las clases. Se sentó en su sitio.
-Roberto, la próxima vez te avergüenzo yo a ti delante de todos. A ver qué te parece. ¿Te queda claro? – Dijo Erika muy seria. Acto seguido, sacó un paquete de malboro y se encendió un cigarro

3 comentarios:

  1. Genial, tenia muchas ganas de que siguieras :D Espero el siguiente >3<

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  2. muy chuloo!
    aunque ya no se puede fumar no en los bares no??? xDD
    sigue asi me encanta ^^

    postata: era una bromaaa :P

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  3. Gracias (:
    jajajajajaja Indy, esto lo tenia escrito desde navidades y, preferí no cambiarlo...ya averiguareis porque (: aunque cuando lo estaba pasando a ordenador esta mañana, me di cuenta y pense "seguro que alguien se da cuenta de lo de los bares" jajaja (:

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